sábado, julio 03, 2010

Ella hacia el Este. Pérdida repentina del conocimiento y de la sensibilidad, debida a la suspensión súbita y momentánea de la acción del corazón.


-conjuro de mí, mío-
el desmayo amoroso,
que desprende el aire de otoño
en una sucesiva e indisciplinada caída.

1 comentario:

huellas compartidas dijo...

Es solo cuestión de verlo actuar... el corazón y sus performances suelen dejarnos más de una vez, paralizados completamente... y que bonito que se siente =)

Caiga, caiga nomás... que hay un colchoncito de plumas que está esperando...