lunes, mayo 11, 2009

Ella hacia el Este: Hiroshima, mon amour.

la locura, una eternidad,
de gato negro y gato blanco

repetir tu nombre, una y otra vez,
no podría expresarlo mejor

a veces llueve sobre las paredes
pienso en vos, pero no lo digo

sobre la frente, amor,
suenan las doce del Loira

toma el vaso, hazme beber
tenemos que partir

mientras nos amamos,
suenan las campanas de St. Etienne

volver el tiempo, ¿morir?
-incluso en este momento-

¿es tu cuerpo, es el mío?
no lo sé con certeza

salgo de noche en bicicleta,
sola, hacia París

cuatro faroles se balancean
de un extremo al otro

imposible dejarte
me besarás y estaré perdida

esta ciudad de idioma extraño
está hecha para el amor

presumía que aparecerías
y ya no tendríamos más que hacer

encontrarte en la ciudad
hablar del amor, en sí

la noche no terminará jamás
seremos sorprendidos al amanecer

no he muerto en Nevers
bajo la sombra de esos álamos

poco a poco se convertirá
en una solitaria canción

llueve sonoramente
como tus pasos vienen hacia mí

tomaré un taxi, me seguirás,
en el segundo siguiente

imposible no venir
imposible no verte

nombraremos aquello que nos une
y el tiempo pasará, sólo tiempo.

3 comentarios:

Poomerang dijo...

Pares de versos breves, que hablan al oído y se detienen cuando los atraviesa el silencio.

Una virtud : Emplean esa pausa para persistir pero también para dar paso al siguiente ( no hay individualidad sin colectividad )

Otra : Esos versos de tu primera voz, me llegaron al corazón.

Lunita dijo...

Qué belleza leerte.
Me sentí identificada al decir:
-nombraremos aquello que nos une
y el tiempo pasará, sólo tiempo.

Te quiero mucho Sol!

huellas compartidas dijo...

A veces llueve sobre las paredes...

Uff... se me vinieron mil sensaciones al cuerpo... y fue raro... con este día tan bonito...

Que estes bien bien..

Besos !