martes, agosto 29, 2006
El otro del diario
2.
Yo no sé lo que le pasa a tu mente, pero sí sé lo que le pasa a tu cuerpo. Lo siento vibrar bajo mis dedos con ese contacto casual, ¿pero no tanto? Dos lados de una invisible raya. Duelo de voluntades donde ambos perdemos.
Miedo, descreimiento, desamor o desencanto.
Cientos de veces imaginé el contacto final, ese momento mágico donde descargar la energía, energía que sólo existe en la piel, en el contacto corto, eléctrico.
Sólo oír tu respiración me dispara todos los mecanismos. Mezquina conciencia que rige sobre la carne. A veces me digo que la magia es ésta, nunca algo más pero igual insisto en pretender el roce o en querer intentar ese último beso, el del orgasmo.
Pero como siempre el viento arrastró las ideas y me dejó en otro lado. Lo importante es otra cosa, es saber, sentir, ver la posibilidad y las ganas de hacer y no hacer nada. Saberte de otro y no importarme.
Yo no sé lo que le pasa a tu mente, pero sí sé lo que le pasa a tu cuerpo. Lo siento vibrar bajo mis dedos con ese contacto casual, ¿pero no tanto? Dos lados de una invisible raya. Duelo de voluntades donde ambos perdemos.
Miedo, descreimiento, desamor o desencanto.
Cientos de veces imaginé el contacto final, ese momento mágico donde descargar la energía, energía que sólo existe en la piel, en el contacto corto, eléctrico.
Sólo oír tu respiración me dispara todos los mecanismos. Mezquina conciencia que rige sobre la carne. A veces me digo que la magia es ésta, nunca algo más pero igual insisto en pretender el roce o en querer intentar ese último beso, el del orgasmo.
Pero como siempre el viento arrastró las ideas y me dejó en otro lado. Lo importante es otra cosa, es saber, sentir, ver la posibilidad y las ganas de hacer y no hacer nada. Saberte de otro y no importarme.
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario